El porche 2

 

 Antes de que nadie piense que se me empieza a ir la olla - lo cual es cierto, pero no en esto - quiero advertir que verán que la fotografía de la izquierda y la que sigue se repiten. 

Por qué? Porque por alguna razón el nuevo blogger reconoce la segunda salvo en reader, donde muestra la primera como hasta ahora. Y parecerá trivial pero a mi - como a todo el mundo, supongo - me llaman más las cabeceras sugerentes que las que no lo son, y además me he acostumbrado a iniciar con la fotografía a la izquierda. Quiere decirse que mientras no encuentre yo la forma de que se muestre la fotografía que yo quiero, la primera y la segunda serán la misma. Ustedes me disculparán. 

Y, yendo al grano, lo que venía a mostrar hoy es la zona central del porche, que obvié en el post anterior. Ya vieron ustedes que desde los primeros ensayos contaba yo con dos macetones para situar entre los ventanales y en el rellano de las escaleras 

son de Esther y llevan conmigo mucho tiempo en espera. En la fotografía están blancos aún pero en la realidad los pinté en gris London lo mismo que la silla y el aplique de pared, que aparecerá dorado en muchas fotografías, conservando la ilustración de origen. 

Y una vez decidido su sitio, de inmediato me pidieron planta cada uno. El del fondo una estilizada que vistiera suficientemente el espacio y para ello se me ocurrió de inmediato un rosal de pié y a ello me puse ...

y el de la escalera, dándole la réplica al anterior, se me antojó desde el principio que tenía que contener una peonía. Pero yo nunca había hecho más peonías que las que ustedes conocen y vieron ya en el olor de las peonías, algo personales, por decir algo...y no me apetecía en ese momento intentar otras más ortodoxas, ya dije que la escena se cruzó con un mal momento:

Las tenía yo en mi farolillo a la espera y decidí rescatarlas y buscar en sangoogle un dibujo de hojas de peonía - las hay de varias clases pero todas muy peculiares - y elegí las más parecidas a la de la peonía que tengo a la espera de florecer desde hace varios años;  traté de utilizar sus hojas, pero alguna ya estaba con manchas y no me pareció...

   

                                                                         y me puse a ello 

El resultado, he de decir, fué muy satisfactorio para mí  y enseguida, además, me vino a la cabeza que en este porche tenía que haber un Martín y coloque unos tiestitos con fresas de Kekuki, que tenía en el Veraneadero, como tiene mi Martín aquí ...

                                             y creo yo que mi porche ha ganado tanto de día 

como de noche , como ya vieron también al inicio, pero ésta es historia de otro día ...

sigo aceptando sugerencias de nombres, si quieren seguir participando, aunque ya tengo alguna idea ...