Don Nadie

                                                                                                         Fué el primer bicho de Marina.  Mi hombre se despojó del traje gris de la multitud y decidió emprender conmigo el camino del sur, el que lleva al pais de la niñez .

Creo que era invierno, así que pilló un sillón y se aposentó al lado de la chimenea de ladrillos refractarios y mármol de cartón pluma sobre la que apoyan fotos de mis niños, dos candelabros rescatados de la casita de Miss Mary y un tibor chino ( abalorio y tapa de botón de forrar). Sobre la chimenea un cuadro con un campo de trigo y amapolas - aquí no hay amapolas - también rescatado de la casita de Miss Mary y cuatro platitos con adornos florales. El papel de la pared es una bolsa de regalo, de papel, de los chinos. Al fondo el patio de mi casa, y más al fondo la cocina, no hay puertas por ahora, quizá no las haya nunca.

Mi hombre llevaba meses sin moverse de allí.

 Le he sacado a tomar un poco el fresco,  ahora que el calor aprieta y que tengo muebles de jardín, incluso le he invitado a un trago

Le he puesto distintos atrezzos y hasta le he preparado dos floreritos, dos, con base de plomo de balín, abalorio y cápsula de herborístería

Pero ni por esas se menea, es más, si le pincho adopta el modo camuflaje:

Es lo que hay. Y ya le he dicho: tio, está bien, ya hemos llegado al pais de la niñez, ahora nos toca desandar el camino, hay que volver a crecer y romperse los cuernos para conseguir una cara, un traje que no sea gris, a poder ser, un coche, una casa, una familia... o quieres ser siempre un Don Nadie?

No dijo nada, pero me miró unos instantes....el caso es que como no tiene ojos no he podido adivinar lo que quería decir, y me he quedado con la duda...