Siempre me ha gustado recoger un ramito de las primeras margaritas del año. ( Sólo uno, prefiero las flores sin cortar.)
Creo que éstas deben ser ya las segundas, pero ahí están, espectaculares como siempre, tímidamente gloriosas, humildes y bellas, el mejor ejemplo de lo que son "las pequeñas cosas" que motivan este blog.
Cuando compré la familia de bichos para tunear y decidí que el supuesto padre era en realidad una mujer, le quité la levita y los pegamentos del pelo, por alguna razón que se me escapa me vino a la cabeza la señorita Margarita, que en realidad se hacía un moño tipo Audrey Hepburn y solía usar una falda de cuadros y zapatos de ante, con flecos en el empeine, así la recuerdo, sin siquiera recodarla a menudo. Margarita es la única maestra que recuerdo de mis Dias de Luna
Como no sé muy bien aún qué papel juega Margarita en Marina, la he colocado en la azotea, a la espera de su destino, quizá sólo ha venido de visita...
( Viste el pantalón y la camisa - con algo de relleno - de origen, con un fajín rosado y un chaleco largo de lino. LLeva un lazo ámbar a modo de broche y un collar tambien de ámbar. Como en la azotea refresca por las tardes, se ha puesto un liviano chal de seda, con estampados en ocre y ámbar...yo diría que acaba de leer Memorias de Africa ....)
Por el momento Margarita disfruta de la azotea y espera....
Margarita riega las plantas al atardecer, toma una cocacola con unas gotitas de ginebra para quitar el dulce y escucha de fondo una canción de Serrat
ResponderEliminarla mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita
tiene muchos defectos dice mi madre
y demasiados huesos dice mi padre
pero ella es mas verdad que el pan y la tierra
mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo
la mujer que yo quiero no necesita
deshojar cada noche una margarita
Que lindas!!! adoro las margaritas! y tambien le saco fotos a las primeras, este año en pleno invierno la planta estaba llena de flores!
ResponderEliminarte felicito por el blog!!!