Esplendorosas glicynas

A punto de dejarnos ya por  este año...pero que que explosión de colorido, que exhuberancia, que exceso, que forma de tamizar la luz ....!
Y el olor al atarceder? Tan dulce y tan suave, impregnándolo todo...
Lástima que no las haya todo el año...o no...quizá se aprecian más de esta forma, semanas contadas cada año.

En Marina las glycinas presiden la porción de buhardilla que se usa como cuarto de pintura y dibujo, colgando de mi hijo Angel, en versión de una exnovia.

 Angel

Miss Mary, Iria, José Antonio y Olatz







José Antonio

En la mesa, tubos de óleo en caja de puros, un par de pinceles viejos en trasera de bala.
Lápices de colores en su caja y otros en un calderillo de una maqueta de barco. Los lápices son trozos de grapas de colores y las cajas imprimibles.
Estanterías de trozos de pinzas de la ropa y una tablilla
La paleta de pintor es de cartón y descansa sobre taburete alto fabricado con la base de algo de los chinos.
La silla y la mesita, restos de la vieja casita de Miss Mary.
El resto de cuadros, reproduciones de pinturas mias de mocedad, salvo el Sorolla del primer plano, simple recorte de revista, sobre pequeño atril de la revista Miniaturas. Tambien de Miniaturas el contiene-todo del primer plano a la izquierda ( disfruto muchísimo montando cosas de papel)
El caballete lleva en casa años, no recuerdo su procedencia.
La alfombra es de un muestrario de piel que me consiguió Iria.
Las calas y la jarrita de cerámica creo que deben ser de algún nº 1 de altaya, pero no estoy segura....el síndrome de diógenes de lo pequeño me acompaña desde que pude disponer por mí misma de mis cosas...( y lo grande no lo guardo todo porque no tengo sitio......:))