domingo, 27 de octubre de 2019

Ahí vamos...


... sin prisa pero sin pausa ...en realidad con algo de prisa desde que volvió a llenarse de minucias la mesa del comedor, que tengo que despejarla .

Y ustedes ya vieron los libros que anduve preparando, ciento y mitad contando como uno sólo los que vienen agrupados, que alguno hay,  y aunque no están todos en esas estanterías las quería bien repletitas.

Las armé con cartón, ya vieron ustedes una igual a la más grande en alguna entrada anterior. En esta ocasión son de diferentes alturas y en diferentes colores : jade, verde alaska y azul noche en sentido creciente en color pero decreciente en altura, que ya han adivinado ustedes, a buen seguro, que irán en un altillo:




Contenta, he de decir, con el resultado. Pero más contenta si cabe con mi cocina, que diminuta como es me dió quebraderos de cabeza para decidirme como atacarla. Y al fin una noche de estas pasadas recordé que en la habitación de la plancha de Marina tenía yo un trozo de mueble de cocina que debió ser de algún coleccionable y pillé de viejo en algún kiosco, vaya usted a saber cuanto hace, de manera que inmediatamente fui a robarlo, es lo bueno que tiene no pegar las cosas, pueden cambiarse  de sitio sin problema. Así era, cuando me acordé de hacer la foto ya había yo iniciado la transformación: 


que básicamente consistió en arrancarle la encimera y añadirle botellero y nevera, con nueva encimera enteriza, de madera de balsa, el resto es cartón, ya lo ven : 



para el fregadero utilicé una especie de tapón de no se que, que introducido en ese hueco se hace ligeramente ovalado y después de cortar y platear da el pego perfectamente :



las distintas capas de cartón de los laterales de los muebles y el encuentro con el fregadero los repasé con aguaplast y después de eso sólo pintar, blanco el interior, no se ven neveras verdes, y el resto jade y verde alaska : 


me falta el grifo y rellenar, por supuesto. La placa vitrocerámica es un sobrante de metacrilato que pinté por debajo de negro y por encima en plata ...

domingo, 20 de octubre de 2019

Revoltijos


Con motivo de la última xuntanza, hicimos vieiras y zamburiñas de porcelana fría, si ustedes recuerdan ( y si no recuerdan sin más que ver los enlaces anteriores se ponen al loro), y en estas ocasiones Ciria-Mónica siempre trae preparada su porcelana fría casera, en raciones individuales que siempre son generosas y no nos da tiempo a consumir en el taller.

Como es natural yo la utilizo después, so pena de que se me endurezca del todo y se haga inservible.

En esta ocasión con la bolita coral que aún sobraba se me dió por hacer unas frutas, que aunque están maquilladas no se les aprecia mucho

y que para mezclar con otras o ponerlas en un cestillo al fondo de la cocina dan el pego, y además preparé unos mejillones, que ustedes me han visto muchas veces, que Ciria trajo algunas conchas y yo siempre tengo en archivo ...


la comida del mejillón es bien simple: simple bolita un poco alargada con inicio de corte al medio con objeto más grueso que cuter o cuchilla, una lima de uñas metálica por ejemplo, y cuando haya secado pase de rotulador en ambos labios del corte ...la única dificultad está en las conchas, hay que encontrarlas lo bastante pequeñas ...

Y con los restos de porcelana blanca se me dió por hacer unos calamares, que habíamos hecho en la xuntanza  11, en aquella ocasión sólo limpios. Esta vez maquillé unos pocos con sus patas para simularlos enteros, y otros pocos hice limpios, en realidad chipirones : 


y quería hacer unas tablas con todo ello, pero sólo me encontré una disponible, de la que me siento muy orgullosa, mejoraré - es posible, si lo sigo intentando - pero muy contenta con este pequeño revoltijo marino:


y, como resultó tocarle a Eloisa el último sorteo de este blog y como Eloisa me lo merece, que diría mi madre, porque acostumbra hacerme envíos inesperados - y a buen seguro no siempre correspondidos - decidí añadir al sorteo 


algunas cosillas más : 


y la tablita en cuestión : 


Además, en estos días pasados se me dió por montar libros - de los de atrezzo - y eso hice, salvo tres botánicos con hojas el resto es puro atrezzo. El relleno está hecho con laminillas de gomaeva


que luego pinté de dorado, son libros antiguos 


Y si estos revoltijos fueran poco, les mostraré el revoltijo mayor: ayer, siendo el día que era decidí darme un homenaje. Fué casual, no buscada la cosa, pero así resultó: me encontré por esos lares una casita en adopción que me pareció bien. Y no sin dudas, por aquello del espacio y esas cosas, y después de preguntar las medidas  en todas direcciones y buscarle un emplazamiento - no sin dificultad, he de decir - decidí adoptarla. Y a más a más la casita estaba en Vigo y mi hija también y se ofreció a recogerla. Y a más a más me la trajo por la noche. La casita cuasi montada y una caja con las cosas pendientes de montar, casi me da un parraque cuando la veo : 


y me dije, noooo...viene sin anejo. Pues no, venía el cuerpo principal montado, para arreglar : 


y el resto en la caja....como es natural empecé a montar de inmediato el anejo y la casita se convirtió de ancho 60 en ancho 77 ...


y hoy, mi mesa de comedor vuelve a ser un revoltijo infumable...



una vez más colapsada...que puedo hacer ...? 


domingo, 13 de octubre de 2019

Avances


 Traigo hoy un poco más de mi loft.

En realidad lo que vengo a enseñar es esa pasarela y altillo supletorio que proporciona un poco más de espacio, porque si no ni para unos libros hay sitio ...

Le dí unas cuantas vueltas hasta decidir como iría, porque la primera opción que se me vino a la mente pasaba por la pasarela en la zona de fachada y el altillo en todo el lateral. Pero eso suprimía la percepción de la doble altura, que yo quería mantener.

Por otra parte, siempre estaba el problema de la cabezada al subir las escaleras, yo tenía que evitar eso a toda costa, deformación profesional será, yo que sé ... pero todo ello me llevó a la solución final por la que me decanté : una pasarela semitransparente que levanta un escaloncillo sobre el altillo primitivo y conduce a su vez a un pequeño altillo un escalón por encima ( la cabezada en las escaleras, ya saben ) . La armé con unos listoncillos de madera, de diferentes secciones según las zonas, rejilla de ajos para el trámex de la pasarela ( resultó que unas semanas después tiré un colador-escurridor que tenía una rejilla que hubiera hecho trámex de vicio, pero la noche de autos yo sólo tenía a mano una bolsa de ajos ...) y para el altillo 2 verdaderamente dicho, suelo de cartoncillo.

No tengo fotos del proceso, me da la vena y cojo carrerilla, ya saben, pero tengo fotos del resultado final, que me encantan :


                                                                    y en su sitio :



de paso ya ven como desde el altillo 1 hay una puerta al fondo, comunica con el vestidor y baño, vuelve a estar hecha con cartoncillo; y cómo en el lateral izquierdo la puerta de entrada hace bloque en madera con la ventana de esa zona, ahí justo remata el altillo 2, en estas estructuras recuperadas hay que adaptarse...en este caso la puerta de la entrada es una hoja de puerta que en su día me envió Viti, reciclada. Las dos disponen de pomos en jade, y ambas son fijas, o sea puro trampantojo. Ah, y apoyé la estructura de la pasarela en unas viejas escuadras de forja , que como la carpintería metálica de las ventanas van pintadas en azul noche ...me costó encontrarlas el remover mis cajones desastre ni se las veces, porque un día que me las crucé decidí apartarlas para esto...y ya saben, no hay como tratar de poner orden en el desorden instaurado : es la manera de perderlo todo ...

Sigo sin fachada y sin muebles de cocina ...pero tengo unas cuantas fotos más de la estructura :



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