aquí estoy.....

....y vengo para quedarme.
En el supuesto de que este mundo no me quede grande.
Pertenezco al siglo pasado, a varias generaciones atrás. He crecido sin televisión, sin juguetes, sin muñecas, pero hacíamos tantos teatrillos; tantos juegos de rol antes de los juegos de rol; tanta ingeniería con las manos, barro y el agua de la lluvia; tantas expediciones conquistadoras monte arriba y monte abajo; tantas escaladas  a los árboles; tantos juegos de escondite entre los senderos abiertos en medio de la nieve....He escrito tantas historias imaginadas y he imaginado tantas historias escritas...He confeccionado tantos vestidos de papel...He leído tantas historias ....
Pero sólo tuve un minúsculo muñeco de plástico al que hacía vestiditos, y a los diez años una muñeca llamada Belita que aún anda por ahí....es la única superviviente de los traslados de mi madre....pero ya no era mi tiempo de muñecas...
Asique se me quedó la espinita, y me juré tener no muñecas sino una casa de muñecas algún día, y para cuando Miss Mary cumplió tres años le hice una maravillosa casa para las barriguitas que disfrutó como una loca hasta que los gemelos Iria y Angel empezaron a destrozarla. Pero conservé cositas, y a lo largo de los años fui reuniendo más cositas ...para mi propia futura casa de muñecas.
Y, cuando la hierba desapareció bajo mis pies y me sentí suspendida en el vacío tomé la decisión: es mi momento para jugar a las muñecas.
Y, empecé con mi gran evasión, que sólo llamo pequeña por el tamaño del mini-mundo en que ocupo las manos y en que trato de ocupar los pensamientos, que iré colgando de este gran mundo, si soy capaz, con la única intención de participar con quien quiera compartirlo esta pequeña gran evasión.